Hay un gran porcentaje de la población, hombres y mujeres, que sienten algún tipo de inseguridad, malestar, o incluso mala relación consigo mismo/a a niveles que no son saludables ni tolerantes.
Baja autoestima, no aceptación y rechazo hacia uno mismo, ver más defectos de los que realmente existen, ver lo que falta y no valorar lo que se tiene, extrema exigencia, perfeccionismo y dureza con una misma…
Si estás leyendo esto, entiendo que el tema te interesa y que has estado ahí o sigues estando en una postura o situación de las descritas.
Lograr una buena relación con uno no es bueno únicamente para ti, para tu autoestima, para tu salud mental sino que lo es para todo en tu vida. No podemos lograr lo que deseamos si no tenemos una buena valoración de la persona que somos porque no nos creemos que merezcamos mucho (o nada). Si no estás bien contigo, posiblemente tampoco lo esté bien tu economía/finanzas, tu profesión si tienes tu propio negocio o en el trabajo que haces para otros, en tus relaciones de pareja y/o amistades…
Querernos, tener una autoestima fuerte y saludable, nos permite valorarnos y creer en quien somos y eso es la base para crear la vida que deseamos, para atraer lo que queremos atraer a nuestras vidas. Es un tema francamente complicado y sobre el que tenemos una gran responsabilidad como adultos. Con nosotros pero al mismo tiempo con las generaciones futuras. Creo que hemos de conocer más sobre este tema para intentar acompañar a nuestros hijos, los tengamos ahora o no, en su crecimiento y especialmente en este aspecto. Los primeros años de vida son especialmente importantes en la configuración de nuestra autoestima y fortaleciéndola, acompañándoles de forma saludable, podemos ayudarles a disponer de una buena salud en cuanto a autoestima en su vida adulta.
Es cierto que no podemos estar siempre bien, felices, fuertes… que hay épocas, momentos, altos y bajos… pero lo importante es cómo gestionamos esas situaciones cuando se presentan, qué herramientas están a tu disposición y cómo puedes ayudarte entonces. Unos buenos hábitos y rutinas son esenciales para disponer de una base estable y fuerte que nos mantenga en un equilibrio y cuando se presentan momentos delicados, podamos responder de un modo totalmente distinto a cómo lo habríamos hecho sin todos esos cuidados porque el bienestar que nos proporcionan con su repetición diaria (o regular), van más allá de los instantes de la práctica y nos hacen ser personas más resilientes, emocionalmente estables, capaces de observar y no reaccionar… Prácticas como la meditación, el yoga, el deporte y el movimiento, una buena alimentación, estar en contacto con la naturaleza, el descanso, respirar conscientemente… todo ello te fortalece, te hace mejor en todos los sentidos y te ayuda a cosechar una buena relación contigo. No deja de ser una muestra de amor, de cariño, de cuidado hacia a ti que lo que en definitiva te está diciendo es: te veo, eres importante, mereces este tiempo, mereces este cuidado. Estamos hablando de un ratito diario, seguro que puedes incluirlo en tu agenda pero esto es también un acto de consciencia, de elegir conscientemente eso para ti.
De todo esto hablo en otros de mis escritos por aquí y también a diario en mi blog, newsletters y redes sociales, especialmente aquí. También lo trabajamos en sesiones, individuales o en grupo y si es algo que quieres trabajar acompañándote de alguien, no dejes de escribirme para saber más sobre los procesos, tanto de vida como profesional (aquí tienes mi email, hola@annalfaro.com) pero mientras tanto, quería proponerte una práctica y así poder ir trabajando en este tema tan sumamente importante.
Coge papel y bolígrafo y responde, trabaja, ve hacia adentro con las siguientes preguntas.
¿Qué te dices a ti misma sobre ti? ¿De qué modo te hablas? ¿Cómo te tratas?
¿Qué tipo de pensamientos suelen ser recurrentes en ti?
¿Cuál es tu opinión sobre ti misma?
¿Podrías escribir 5 cosas que te gustan de ti?
También trabajar a diario con el agradecimiento y las afirmaciones puede ser muy interesante para fortalecer tu amor propio y la relación que tienes contigo misma.

Agradecer a diario por lo que tenemos, lo que somos, lo que está en nuestra vida, nos hace observar la abundancia que existe en nuestra vida y atraer más de eso, colocándonos en una posición positiva, de apertura y de expansión.
Trabajar con afirmaciones también. Frases empoderadoras, positivas, alentadoras de los aspectos que necesites reforzar en tu vida, también te lo recomiendo como práctica diaria.
Y por último, la propuesta de arriba. Escribe también a diario tres cosas que valores de ti misma. Tres diarias distintas a las del día anterior. Seguro que tienes mucho en ti para poner en este listado, no dudo de que seas maravillosa y grandiosa.
Todo esto son pequeños gestos para empezar a crear una firme base sobre el valor que te das a ti misma. Observa qué pasa, cómo te sientes, cómo empieza a comportarse la gente a tu alrededor y responder. El tiempo que inviertas en esto no solo repercutirá en cómo tú te ves sino en todo tu alrededor, en la vida de los otros, haciendo también sus vidas mejores.