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Imaginar un julio sin Plásticos…

Islas de plástico. Hay 5 de ellas, una en el Océano Índico, 2 en el Océano Atlántico y dos en el Océano Pacífico. Y eso es simplemente lo que flota. También debemos contar lo que se hunde, ya que se han encontrado plásticos a más de 10 mil metros de profundidad.

Se calcula que actualmente los plásticos representan entre 60% y 80% de la basura marina. Si hablamos de mares, no sabemos cuánto plástico hay en ellos exactamente.

¿Dónde radica el problema?

Uno de los factores más influyentes es que el 50% de todos los plásticos que utilizamos son desechables. Para que tengas una idea, su vida útil se cumple en menos de 5 minutos en su mayoría.

Este es el ejemplo de las bebidas envasadas en formatos plásticos. Se fabrican más de 500 mil millones de botellas de plástico de un solo uso. Cada minuto se compran un millón de botellas de plástico que en su mayoría se utilizan una sola vez.

Y si quieres hacerte una imagen… esto significa que cada minuto el equivalente a un camión de plástico llega al agua.

No importa donde vivas, todos sumamos nuestro granito de plástico al océano. El plástico llega a través de drenajes y ríos. Así, vemos plásticos en la playa que muchas veces son resiudos que han sido generados en las ciudades. Es que todo lleva al mar. Puede estar lejos geográficamente pero EL MAR EMPIEZA ACÁ: Una alcantarilla.

Pero, ¿por qué nos gusta tanto el plástico?

El plástico es un producto elástico, de alta duración, impermeable y al que se otorgan un montón de formas y utilidades. Es una estructura química, compuesta de monómeros que tienen carbono, hidrógeno, oxígeno y azufre..

Se obtiene del petróleo al que se suman fibra de vidrio, fibra de papel o de textiles, aditivos, etc.. lo que aporta las propiedades que se necesitan para cada aplicación de uso que se le da al producto final.

Contiene bisfenoles y ftalatos, que son disruptores endocrinos, es decir, sustancias químicas que tienen la capacidad de hacerse pasar por hormonas, entonces son disruptores de los procesos hormonales o metabólicos, sobre estimulando o inhibiendo procesos hormonales.

En nuestra sociedad, el plástico vino a dar una solución. El problema no es el plástico en sí mismo, sino nuestra forma de usarlo. A lo largo de una semana consumimos alrededor de una tarjeta de crédito de plástico. La basura plástica es un error de diseño ya que en la naturaleza no existe el concepto de basura. 

Su característica principal es la durabilidad, se inventó para eso. Y nosotros, inmersos en la sociedad de consumo lo usamos como un material descartable.

Nuestros hábitos hacen la diferencia y cambiarlos es la clave.

Cuando desechamos envoltorios, botellas, etc. este residuo tiene tres posibles destinos: un relleno, un basural o el ambiente en general. ¿Y luego se degrada? No, se convierte en microplásticos: en el aire, en el agua, en los alimentos. Es a partir de allí que el ser humano y otras especies lo consumimos. ¿Y los riesgos que puede provocar? Matar especies de flora y fauna. Un ejemplo claro son los peces: más del 90% de las especies marinas tienen partículas de microplásticos en sus organismos. Nuestro cuerpo no está preparado para procesar plásticos.

Pero… ¿no es que el plástico se recicla en las ciudades?

Sólo el 9% se recicla y el 11% se incinera, contaminando el aire que respiramos. Podría decirse que el reciclaje nos queda chico. Además, que algo sea reciclable no significa que se reciclará. A nuestro ritmo de consumo y generación de desechos, reciclar no alcanza. El reciclaje es más bien la última opción.

Os propongo una reflexión entonces… ¿A quién pertenece la basura, una vez que sacamos la bolsa al contenedor? La respuesta es que debería ser responsabilidad de todos. Y esto está muy relacionado a la educación.

Habiendo descartado el reciclaje, os invito a pensarlo desde otro punto de vista, desde el inicio de la cadena… Pensar cómo podemos generar menos. Reducir el consumo es reducir el problema.

Aquí introducimos el concepto de economía circular, cuyo objetivo es la reutilización antes del reciclaje, reimaginar y rediseñar el producto para evitar generar el residuo al final de la cadena.

Ahora, los grandes cambios sociales tienen que incluir los tres roles que componen a nuestra comunidad: la sociedad civil, el gobierno y las empresas. Los esfuerzos de los tres sectores coordinados son necesarios para generar cambios contundentes.

Sin embargo, los cambios individuales cuentan y el primer paso es la toma de conciencia. Cuanto más hacemos, más nos importa, más nos involucramos y más contagiamos.

Algunos cambios de hábitos que podrías hacer…

  • Utiliza botellas de acero inoxidable o vidrio en lugar de botellas de plástico
  • Sustituye las pajitas de plástico por las de metal o simplemente toma directo del vaso o botella
  • Vete a la compra con bolsas reutilizables
  • Evita comprar productos envueltos en plástico y elige productos que estén envasados con cartón o vidrio
  • Elimina los chicles. Muchos de los chicles que consumimos en la actualidad contienen plástico
  • Evita los productos desechables
  • Utiliza utensilios de cocina de madera o acero inoxidable
  • Cambia las pinzas de plástico con las que tiendes la ropa por unas de madera.
  • Sustituye los pañales de tu bebé. Un pañal de bebé puede tardar unos 400 años en descomponerse, por lo que esencial sustituirlo con un pañal de tela que puedes lavar y reutilizar varias veces.
  • Utiliza cerillas y no mecheros.
  • Hazte tus propios zumos de frutas. 
  • Cambia la forma de conservar la comida. En lugar de tuppers de plástico, elige los de vidrio. Además, evita el uso de film transparente.
  • Utiliza productos de limpieza naturales. Existen productos naturales como el vinagre o el bicarbonato que son excelentes limpiadores y que te ayudarán a ahorrar y a evitar comprar tantos productos en botellas de plástico.
  • Súmate al DIY (Do it Yourself – hazlo tú mismo). Puedes fabricar tu propio jabón o crema por ejemplo.
  • Si eres mujer, evita los tampones y las compresas. Son contaminantes y acaban en el mar, por lo que pueden ser sustituidos, por ejemplo, con una copa menstrual.
  • Evita las maquinillas de afeitar desechables. Utiliza máquinas de afeitar eléctricas u otras que sean reutilizables.

Además, no nos olvidemos que la demanda tiene el poder del voto. Seamos conscientes de ello e informémonos de qué empresas estamos consumiendo. Os recomiendo comprar en comercios locales y ferias. Suelen ser los que menos abusan del plástico.

Hoy se está trabajando en que cada empresa se haga cargo de sus propios residuos… Es un comienzo, aunque como decía antes, se necesitan a los tres sectores para hacer la diferencia… ¿Quieres hacer tu parte? Infórmate, busca opciones, reemplazos, fíjate qué podrías hacer luego con el plástico si la reducción no ha sido posible…

Debemos crear un estilo de vida menos dependiente del plástico, lo pensamos, diseñamos y construimos entre todos.