El verano descoloca nuestro descanso y nuestros hábitos, horarios y alimentación. Entendible… Se trata de un período de disfrute y relajación, que permita recargar las pilas para la temporada de otoño y resto del año.
Pero empieza septiembre, lo que significa retornar a la rutina con la intención de retomar los buenos hábitos. ¿Cómo logramos volver a cuidarnos? Principalmente, llevando una vida sana que se sostiene en dos pilares: alimentación y deporte.
Si buscamos, podremos encontrar muchos estudios y artículos que nos confirmen que comer bien y realizar una práctica deportiva constante no sólo nos haga sentirnos y vernos mejor, si no que además es fundamental aplicarla para protegernos de posibles enfermedades.
Es importante aclarar que a la hora de volver a realizar una práctica deportiva nos lo tomemos con paciencia y calma. No lograremos resultados mágicos de un día para otro ni de una semana para otra. Los resultados reales se lograrán con tranquilidad, dando espacio para que nuestros músculos y tendones vuelvan a adaptarse a su flexibilidad y trabajo. Hacer un esfuerzo sin estar preparados nos llevará a un dolor o lesión.
Como siempre digo, el deporte que hagamos tiene que tener una finalidad clara. Es importante que se adapte a nuestro estilo de vida y que nos guste realizarlo y nos haga disfrutar.
«No se trata de correr un maratón o de ganar una medalla olímpica como las que hemos visto estos últimos meses. Todo, repito, todo deporte que realicemos es bueno: andar, nadar, correr, ir a clases de gimnasio…, lo que nos apetezca. Siempre pensando en nuestras condiciones físicas y en el tiempo que podamos dedicar a ello. Pero… ¡movámonos!»

Entonces… ¿cómo empezar? Aquí os dejo unas ideas para que incorporemos poco a poco:
- Caminar. reservar tiempo para ello nos viene bien. Cada día que lo hagamos iremos cogiendo ritmo. Caminar como ejercicio físico es ideal para las articulaciones y para ir cogiendo un buen fondo. Fijaos que digo caminar y no pasear, parecidos, pero diferentes. Pasear se refiere a cuando estamos en la calle relajados con total tranquilidad, contemplando el paisaje.
- Nadar. Otro gran ejercicio que quizás hemos comenzado durante el verano, aprovechando el mar o piscina y podemos seguir realizando en piscinas climatizadas en la ciudad y alrededores.
- Bicicleta. Empecemos con calma. Este ejercicio es ideal para disfrutar de la ciudad o naturaleza.
- Correr. ¡Cuidado! Si hemos parado y hace tiempo que no lo hacemos debemos empezar de una forma muy tranquila. Ya habrá tiempo para ir cogiendo tono, ritmo y kilómetros.
- Clases de gimnasio. Qué gusto da al pasar por cualquier centro deportivo las distintas clases que se imparten y que podemos aprovechar para ponernos en forma, desde yoga, boxeo, cross fit, pilates, clases de mantenimiento… Qué distinto a cuando quien escribe era pequeño y no existía variedad ninguna. Ahora no hay excusa para darle caña al cuerpo y disfrutar.
- Rutinas en casa. ¿No tienes tiempo para salir e ir al gimnasio? En la actualidad tenemos muchas opciones online que, sin necesidad de material alguno, nos ayudan a ponernos en forma. Las rutinas HIIT (high intensity interval training) alternan períodos cortos de ejercicios de alta intensidad con períodos de recuperación y son ideales para realizar en casa. Debemos empezar despacio para con el tiempo ir subiendo la intensidad. Los ejercicios que más incluyen son sentadillas, burpees, abdominales, fondos… con ello trabajamos sin necesidad de salir de casa los glúteos, piernas y brazos. Quemamos calorías trabajando todo el cuerpo.

Por tanto ¡venga! mucho ánimo y a por ello. Los beneficios serán enormes y debemos de vencer la pereza.
Ignacio Abajo.
“La motivación es lo que te pone en marcha y el hábito es lo que hace que sigas.”
Jim Ryun